El Peligro del Sharenting

Actualmente, compartir fotografías o vídeos en redes sociales de sus hijos, es una práctica habitual en muchos padres de familia y/o cuidadores. Esta costumbre que se ha extendido los últimos años y se ha bautizado como sharenting.

"Sharenting" es una palabra compuesta en inglés que viene de share (compartir) y parenting (paternidad) y consiste en el uso desmedido de redes sociales por parte de los padres para compartir contenido basado en sus hijos, tales como documentar fotos de bebés, primeras sonrisas o detalles de sus actividades.

Esta es una práctica cada vez más común y no ha dejado de crecer este fenómeno, no hay otra generación de niños con una infancia tan pública como la actual, y la pregunta es, cuando crezcan ¿estarán acuerdo con que su información esté compartida?

¿Es Realmente un Peligro?

Aparentemente compartir fotografías de nuestros niños (hijos, hermanos, sobrinos) es una práctica inocente y común, pero que nos puede traer muchos problemas. Los adultos o padres, sin mala intención por supuesto, cuelgan en redes sociales desde una eco grafía, el primer cumpleaños, la comunión o los actos escolares. Parece que, en esta era digital, ya no basta con hacer un álbum de fotografías familiares o con guardar los momentos vividos en nuestro teléfono celular.

Según varios estudios, antes de cumplir los 6 meses muchos niños ya tienen presencia en las diferentes redes sociales y se calcula que en sus primeros 5 años de vida, entre sus padres y cuidadores pueden llegar a subir alrededor de 1,000 fotografías. Cuando los niños son pequeños, los adultos a su alrededor no les piden permiso para compartir esas fotografías o vídeos de su infancia. En la adolescencia esta práctica puede resultar ofensiva para los mismos hijos o incluso llegar a generar problemas al adolescente por recibir burlas o críticas por parte de su grupo de iguales, cuando se difunden este tipo de vídeos.

Como ya hemos mencionado, esta sobre-exposición de los niños, se produce sin permiso explícito por parte de los mismos hijos. Más allá de los daños sociales o emocionales que podría causar en los niños, el sharenting puede conllevar peligros graves para la integridad del menor como el ciber acoso, el robo de datos, el grooming, la suplantación de identidad, el acoso de pederastas, entre un gran número de delitos relacionados con Internet.

Grooming

Uno de estos graves peligros es el grooming que según la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) tiene lugar cuando “un adulto, a través de las redes sociales u otros servicios de Internet, oculta su identidad, generalmente haciéndose pasar por un menor, con el objetivo de ganarse la confianza de otro menor. En ocasiones, el adulto accede a la información personal del menor sobre sus gustos, hábitos y aficiones, que utiliza para ganarse su amistad y confianza”. 

La imagen de cualquier persona, sea adulto o menor, se considera un dato de carácter personal, puesto que permite identificarle. En el caso de los menores, corresponde a sus padres o cuidadores la función de velar por la integridad de los datos personales del niño.

El problema de la sobre-exposición de la vida de los niños en redes sociales, es que cuando alguien realice una búsqueda en Internet con el nombre el niño, ahora o dentro de 15 años, le irá apareciendo lo que los padres o cuidadores han ido compartiendo. Todos estos datos han ido construyendo la reputación digital de la persona, como por ejemplo si dormía o comía mal de pequeño o si tuvo algún problema en su adolescencia de comportamiento o académico. Algunas de estas fotografías y publicaciones compartidas, pueden perjudicar a la persona en su entorno social, educativo y en un futuro laboral. Además, aunque los adultos comparten estas fotografías sin querer perjudicar en ningún momento a los niños, a largo tiempo pueden significar un problema.   

¿Cómo Evitar los Peligros del Sharenting?

Aunque lo mejor sería no subir ninguna fotografía o información de nuestros niños en redes sociales, si lo hacemos es importante cuidar lo siguiente:

  1. No mostrar bajo ninguna circunstancia sus caras ni nombres, localizaciones, centro escolar donde estudian ni ningún otro dato personal que permita identificarles.
  2. No publicar en las redes sociales la imagen de otros menores sin en el consentimiento de sus padres como suele ocurrir en los actos escolares o fiestas de cumpleaños.
  3. Respetar siempre la opinión de los niños y nunca subir una fotografía si nuestro hijo no quiere. 
  4. Tampoco debemos publicar fotografías en las que el niño aparezca desnudo ni siquiera cuando es un recién nacido o bebé.
  5. Si ya hemos compartido fotografías o información de nuestros niños en perfiles de redes sociales, debemos revisar la privacidad de nuestras publicaciones, teniendo en cuenta que en la mayoría de redes sociales, la imagen de portada y de perfil son públicas.
Artículo por Master David Azmitia con colaboración de Licda. Lucía Yass

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