Inteligencia Emocional al Aplicar la Ley

Mientras estamos en el siglo XXI, tecnológicamente estamos rompiendo la barrera del sonido. Tan pronto como sale un invento y la herramienta o el desarrollo se pone a la vanguardia, otro aparece a la vuelta de la esquina. El equilibrio entre el aprendizaje cognitivo y la inteligencia emocional parece haberse divorciado, a menudo provocando resultados catastróficos. El resultado es el malestar social, el parasitismo capitalista y el dogma socialista, que nos lleva a determinar qué papel desempeña la aplicación de la ley en el esquema de transformación social en el siglo XXI.

Tres roles de los agentes de la ley son


  • Mantener la paz mediante el cumplimiento de las leyes
  • Educar al público
  • Proporcionar mediación

Si los oficiales de la ley no están preparados adecuadamente, debido a cambios en las normas, nueva legislación, falta de información, lectoescritura o niebla mental, la capacidad del oficial para resolver un problema entre los ciudadanos se ve obstaculizada. Al igual que los educadores, los agentes de la ley deben tener excelentes habilidades de comunicación. Deben actuar como radares o receptores, escuchando y manteniéndose al día con los eventos actuales, ya sean nacionales o internacionales. Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley deben hacer malabarismos, lógica e inteligencia emocional que, en una situación estresante, puede ser un desafío ya que los oficiales deben ser espontáneos y directos.

La comprensión de la inteligencia emocional le permite al oficial manejar sus emociones y otras de una manera lógica. Un oficial usa su habilidad para evaluar una situación mediante el filtrado de información, moral, leyes y políticas locales, estatales y federales al tratar de mantener seguras a todas las partes. Al monitorear el ego, los prejuicios y las emociones, se despeja un camino para ver la verdadera esencia de un problema o problema. Los oficiales deben estar atentos a las diferencias de raza, religión, género, cultura y cultura. Deben abrazar la conciencia, en un intento de comprender cómo sus emociones pueden obstaculizar su capacidad innata de racionalizar o hacer el mejor juicio.

A medida que los oficiales estén entrenados para prestar mucha atención a las emociones de los demás, los oficiales también deberían estar entrenados para monitorear sus propias emociones. Al comprender la elección, la causa y el efecto, la disposición y la resolución, el oficial está mejor equipado para reconocer y controlar sus propias emociones. Aunque nuestras emociones son innatas, se cultivan a través de la educación, los apegos y las experiencias. Con las continuas modificaciones en la capacitación en resolución de conflictos y la comprensión de la autorreflexión, los oficiales obtendrán una mejor comprensión de la mediación.

Los oficiales se mantienen a un alto nivel cuando se trata de realizar sus trabajos. Con razón, entonces. Se consideran expertos dentro de sus campos, aunque usan varios sombreros, ya que a menudo realizan tareas heroicas. Sin embargo, en el desempeño de sus deberes y la interacción con los ciudadanos, se producirán incidentes y errores. Como ciudadanos, podemos ayudar a los oficiales en el desempeño de sus funciones evaluando nuestra propia inteligencia emocional cuando ocurren incidentes, buscando reformas cuando sea necesario y permitiendo que ocurra la transformación, ya que servimos como agentes de igualdad y justicia. Por otro lado, si se cometen errores, debemos eliminar el catalizador. Debemos buscar y exigir respuestas y rendición de cuentas; sin embargo, debemos tener cuidado de no crear un ambiente de caza de brujas. Debemos investigar válidamente lo que vemos y escuchamos en las redes sociales antes de llegar a una conclusión. Como ciudadanos, debemos recordar que la educación ayuda a erradicar la ignorancia. Como adultos, debemos perseguir un aprendizaje de por vida y enseñar a nuestros hijos la moral y los valores, viviendo con el ejemplo.

Los oficiales de la ley juegan un papel importante en traer claridad al caos. Tienen la difícil tarea de ser el puente entre los burócratas, los asuntos internos, la actividad criminal y el cambio social. Al establecer el orden, los oficiales deben usar su comprensión de la inteligencia emocional como un medio para ayudar a traer orden y claridad. Como ciudadanos debemos estar atentos a los desafíos que los oficiales tienen y continuar responsabilizando a las personas. A medida que los ciudadanos y los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley se acerquen a la mesa con un entendimiento general de sus deberes mutuos, juntos deben buscar la comprensión y la resolución, erradicando la ignorancia a través del razonamiento, la paciencia, la investigación y la educación.

- Peter Bennett

Peter es ex policía y ha sido educador durante 20 años. Actualmente, es profesor adjunto en South University y fundador de Venn Leadership and Consulting, LLC.

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